La plaza de toros de la ciudad de Béjar (Provincia de Salamanca, España), más conocida como Plaza de Toros de «La ancianita» es una de las plaza más antiguas de España.
En el año 1667, y al objeto de sufragar los gastos de las obras llevadas a cabo en el Santuario de la Virgen del Castañar, patrona de la ciudad, tuvo lugar la primera lidia de toros, en una improvisada plaza cerrada con maderas, pero no fue hasta el verano de 1711, cuando con motivo del nacimiento del Príncipe de Asturias, que luego reinó con el nombre de Luis I de España, se celebró por segunda vez la fiesta taurina, en esta ocasión en una plaza construida con maderas enrejadas, posteriormente sustituida por el costo taurino, obra de fábrica, conservado en nuestros días, y construido entre 1711 y 1714. La antigüedad atribuida a la plaza actual correspondería a los que fueron sustituidos a lo largo de los años: de diferentes materiales, con una estructura totalmente modificada, e incluso a veces con distinta ubicación.
Esta plaza que se configura como un polígono exento que encierra un coso circular de 41 metros de diámetro, con aforo para 3.500 personas, conserva el mismo perímetro y superficie general, con los chiqueros y dependencias que en su día autorizase el duque de Béjar, Juan Manuel II López de Zúñiga.
De la segunda mitad del XIX, es el edificio de tres plantas que cobija el palco presidencial, taquillas, servicios sanitarios y palcos.